miércoles, 21 de septiembre de 2011

Sueño

Hijo que te demoras en llegar,
una noche soñé que me mirabas,
que buscabas mis ojos,
el fondo de mis ojos.
y los tuyos, pequeños, oscuros
de recién nacido,
- con una tenue neblina -
despertaban al mundo
mirándome.
Eras el hijo que sueño cada noche,
sólo que esta vez abriste los ojos,
y me viste y te vi.
Desperté agitada, eras tan real,
que me asusté.
Aún te espero,
todavía tu primera mirada de asomarse al mundo
permanece en mis sueños.
G.B.